27 octubre 2006

conciencia

Se han dado cuenta que mientras avanza el día a veces parece que el peso del mundo creciera sobre nuestros hombros, haciéndonos sentir débile, tan débiles que no somos capaces de dar un paso más.
Se han fijado como hay días que nos redimos a la desgracia sin pensar siquiera en una salida, en pedir ayuda a un amigo.
Sin embargo.. es tan grande el alivio cuando alguien se da cuenta que caemos y lanza una mano amiga que nos apoye, que nos sostenga que quita la carga de nuestra cabeza y nos incita a seguir adelante.
Cuando nos damos cuenta por la palabra de otro, por la sonrisa de otro que nos estamos hundiendo en diez centímetros de agua pensando que peleamos contra el mar embravecido.
O a veces cuando en lo más profundo de nuestro propio infierno nos damos cuenta que nos hemos olvidado de Dios y clamamos su nombre y nos llega esa ayuda que necesitabamos. No siempre en la forma en que esperabamos.. pero siempre en la forma justa para salir de nuestro pozo de lodo.
No debemos olvidarnos de estas cosas cuando vemos el mundo oscuro, cuando vemos que se ha perdido la esperanza, la esperanza nunca desaparece, el amor nunca muere, el sol sale cada mañana.. por mucho que no seamos capaces de verlo.

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